
Pinturas de casta e indumentaria
El género de pintura de castas emergió entre los artistas coloniales y fue comisionado por la élite española y criolla, teniendo su momento de auge el siglo XVIII.
El cometido de los objetos era satisfacer la creciente curiosidad europea por lo exótico, además, las pinturas servían para ilustrar y divertir a un público condescendiente, interesado en lo raro y curioso, máxime que visualmente servían de guía o ilustración de la taxonomía de los habitantes de la Nueva España, según las combinaciones producto de la “mezcla” entre grupos entendidos como distintos, basadas en el color de piel: españoles, indios y negros.
La emergencia de las castas supuso un reto amenazante para el sistema de dominación en el imperio español. La evanescencia entre los grupos humanos de los reinos, sobre todo la mezcla con los de piel oscura, acarreó la necesidad ideológica de sistematizar, en un modo pseudo enciclopédico, a la sociedad.
El género de las castas se convirtió en el testimonio visual del lugar que ocupaba cada grupo en la sociedad. Fue una práctica que catalogó a los no españoles en una jerarquía racial que ratificaba el estatus de los mestizos tanto física como moralmente inferiores. La superioridad de los europeos es la enseñanza básica de dichas pinturas: la jerarquía, elemento básico de cualquier sistema imperial, es el hilo conductor de la representación de las castas y su mensaje último. Las ilustraciones de estas personas, o más bien la idea abstracta sobre grupos imaginarios, que generalmente las muestran como gente irremediablemente innoble, fijaban la visión de un mundo basado en prejuicios y estereotipos alentados desde los estratos dominantes del mundo colonial.
Los autores pintaban con sumo escrúpulo los atavíos y usanzas propios de cada grupo.
Las piezas ilustraban una supuesta realidad, que además para ser más atractiva, buscaba ser llamativa y vistosa, puesto que debía capturar la atención o la imaginación de los consumidores extranjeros, entre ellos, de manera prominente, funcionarios de la Corona. De este modo, las vestimentas lujosas de los modelos no reflejaban necesariamente la realidad, sino que probablemente obedecían al deseo de exportar una imagen que ejemplificara la pujanza económica de los reinos americanos. Acaso también se ilustraba un orgullo por las facturas locales.
Los señores españoles se representaban con prendas y peinados con toda dignidad. Se les muestra portando la peluca rizada que indica su estatus social y profesional; también llevan sombreros propios de su condición de amo y dueño de la situación: las pinturas enfatizan el control y la virilidad del varón hispánico, que controla y dirige la cultura. La india porta un tocado que tal vez la enaltece. Cabe destacar que no aparece con el cabello suelto con un arreglo simple, sino más bien adornada, casi a la altura de su pareja europea.
La española y su hija lucen, además de galas, sendos arreglos en el cabello, que siempre se eleva en las damas como símbolo de su posición social. En una sociedad cuya estratificación se sustentaba en el color de la piel, el peinado tenía una connotación simbólica. La mulata va cubierta, su sangre negra la condena a no aparecer con la elegancia o garbo de la española o con el fino tocado de la india. Su cabello debe ir cubierto, presumiblemente por lo crespo, mal considerado a que no se podía “arreglar”. Las mezclas entre indios y negros eran consideradas indeseables, funestas, puesto que se pensaba que conducían a lo vil, lo inmoral y lo incivil.
Miguel Cabrera. De español y negra, mulata. Siglo XVIII. Óleo sobre tela. Museo de Historia Mexicana, Monterrey, México
Escuela Mexicana. De español e india, mestiza. Siglo XVIII. Óleo sobre tela. Colección Particular
Círculo de Miguel Cabrera. De Coyote e India, Chamizo. Siglo XVIII. Óleo sobre tela. Colección Particular I Museo de Historia Mexicana, Monterrey, México
Bibliografía
Böttcher, Nikolaus, Hausberger, Bernd y Max S. Hering Torres, coordinadores, El peso de la sangre. Limpios, mestizos y nobles en el mundo hispánico, México, El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos, 2011.
Katzew, Ilona, La pintura de castas. Representaciones raciales en el México del siglo XVIII, México, CONACULTA, Turner, 2004.
Krauze, Enrique, editor, El mestizaje mexicano. Encuentro Bicentenario Fundación BBVA Bancomer El Mestizaje, México, Fundación BBVA Bancomer, Clío, Espejo de Obsidiana, 2010.