
Paseo visual en la Avenida 20 de noviembre de la CDMX
Al finalizar la Calzada de Tlalpan se encuentra un desnivel que conecta con la Avenida 20 de noviembre, que es sin duda una de las calles más transitadas de la Ciudad de México, inaugurada oficialmente en 1936 y construida por un Decreto Presidencial para conectar el sur de la ciudad con el Centro Histórico y realizar una nueva y mejor traza de la creciente urbe. En la actualidad debido a su importancia comercial y por ser el trayecto que lleva directamente al Zócalo y la Catedral Metropolitana miles de transeúntes caminan en ella todos los días. Aunado a esto, se ha convertido en una gran galería de arte urbano con obras que intervinieron sus espacios y llenaron de color las cortinas metálicas de los comercios, muros de grandes edificios y paredes de túneles, contrastando con las fachadas de sus edificios coloniales.
Empezando desde el túnel que conecta las calles mencionadas, que en sus paredes interiores se encuentran plasmados trazos que evocan movimiento y agua terminando con coloridos Quetzalcóatls y Tlálocs a su salida. Inmediatamente después tenemos al majestuoso mural que se vislumbra en el edificio Jeanne D’Ar (Juana de Arco) donde se encuentra la sede de la Contraloría de la Ciudad de México. De autoría del artista Seher One (@DeathSquadMx) realizado en colaboración con el Instituto de la Juventud, pertenece al proyecto circuito de arte urbano Lienzo CDMX, que busca generar obras monumentales que armonicen con el paisaje urbano. El mural original tuvo que ser modificado después de que el edificio sufriera daños tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, para resurgir de manera magistral como su título lo enuncia México: Cultura y sociedad que renace. Un águila y una serpiente sostienen lo que parece ser escombros, de ellos sale una mano, de cada lado hay tres rostros, los de lado izquierdo evocan perfiles prehispánicos y de lado derecho actuales, jaguares, nopales y maíces de menor tamaño se integran a la composición.
Las otras dos partes que componen el mural son:
Resurgimiento de Quetzalcóatl. El dios que representa la ciudad que se levanta.
Levantando el vuelo. Reconocimiento de los países que apoyaron durante la contingencia a que el águila no cayera.
Con elementos prehispánicos y símbolos de identidad nacional, la obra de Seher One transmite, no solo por su enormidad, sino por lo vibrante de sus colores, su impecable técnica y la geometría en sus trazos.
Continuar caminando por la avenida ya sea por la mañana o por las noches permite observar las poco más de 80 cortinas de negocios que sirvieron como lienzos para que otros artistas urbanos plasmaran rostros de mujeres de diversas formas, características, técnicas, edades, miradas, etnias y colores.
Durante 2016 un proyecto encabezado por el Fideicomiso del Centro Histórico, asociación perteneciente al Gobierno de la Ciudad de México que tiene como finalidad concretar acciones y proyectos que sirvan para mejorarlo, fundamentado en la importancia que tiene como sede política, religiosa, económica, cultural e histórica. En estos últimos puntos se hace énfasis para su conservación y rescate, ya que forma parte de la identidad de los mexicanos, buscando un beneficio conjunto tanto para los visitantes como para los residentes, creando un lazo de apropiación.
La galería abierta principalmente nocturna que se ha convertido la Avenida 20 de noviembre invita a recorrerla cuando hay menos ajetreo, más lento y con una nueva perspectiva dándole una vida diferente en un horario poco común.
Imágenes©AleBetán