
Arte urbano en la Central de Abastos más grande del mundo
Aproximadamente medio millón de personas transitan diariamente por los pasillos de la Central de Abastos de la Ciudad de México, ubicada en la Delegación Iztapalapa. Considerado el mercado más grande a nivel mundial, abrió sus puertas en 1982 y desde entonces en sus pasillos y bodegas se concentran aproximadamente 90,000 trabajadores como: cargadores, vendedoras de carrito, traileros, diableros que todos los días y a todas horas comparten espacio con los compradores, ya que la Central nunca cierra sus puertas. Una de sus peculiaridades además de su grandeza espacial es el olor, único y reconocible inmediatamente cuando se vuelve a sus instalaciones.
Diseñada por el arquitecto Abraham Zabludovsky (1924-2003) en un espacio de 327 hectáreas, se venden productos provenientes de todos los estados de la República y de otros países, frutas y legumbres, flores y hortalizas, abarrotes y víveres, aves y cárnicos, componen las zonas de venta. El espacio interno es muy amplio, es como una pequeña mini ciudad que siempre tiene vida.
Por la cantidad tanto de visitantes como de trabajadores, se han realizado proyectos de índole cultural que buscan integrar y acercar al arte a la comunidad mediante exposiciones, proyección de películas, degustaciones gastronómicas, teatro, etc. En 1996 incluso crearon la “Bodega del Arte”, espacio donde se realizan muchas de las actividades mencionadas.
“Central de Muros” es el nombre del proyecto que ha inundado de color los muros grisáceos de las altísimas naves de la Central, convirtiéndola en la galería al aire libre más grande de América Latina, para celebrar su 35 aniversario. Dicho proyecto generado por We Do Things, busca como lo dice en su página de internet “Crear proyectos que involucren al arte y al diseño para la educación, prevención del delito y embellecimiento del espacio público, con el objetivo de restaurar el tejido social.” Artistas urbanos nacionales e internacionales se unieron al proyecto, apoyado por la ONU para intervenir actualmente 7000 m2.
La temática, los colores y los diseños son diversos y corresponden a la identidad de cada uno de los artistas, firmando su participación en algún lugar de la composición. Sebastián Romo (1973), artista plástico, artífice de una de las obras, impartió un taller de pintura para tratar de integrar a la población de la Central al proyecto. “El Hielos”, Daniel Gómez, participó con uno de los murales más hermosos de todas las intervenciones, acercándose a los artistas admirando su trabajo, logró obtener un muro para llenarlo de color y elementos prehispánicos, él como su apodo lo indica vende hielos dentro de la Central, “Guerreros del trueque” es el título de su colaboración.
A pesar de que ir a la Central de Abastos diste mucho de considerarse una actividad cultural, el cambio en su aspecto ha sido radical, los lugares con murales se encuentran libres de acumulaciones de basura y armonizan de una manera impresionante con el paisaje de la ciudad, donde a lo lejos se puede visualizar el Cerro de la Estrella o los cielos despejados de edificios altos que el Oriente de la ciudad aún puede regalarnos, acompañado por trailers, autos, vendedores y visitantes se ha creado en espacio único digno de visitarse. Para personas que no están acostumbradas o no saben desplazarse dentro de la misma, se ofertan visitas guiadas para conocerla, con duración de tres horas en un horario matutino de lunes a viernes o simplemente dar un paseo en auto será suficiente para apreciar el arte urbano que hay en ella.