Diseñadores y arte pop: pastiches de la moda

Pastiche deriva de la palabra italiana pasticcio, es decir un paté mixto de muchos elementos. En la cultura visual, se trata de una creación que imita, emula, retoma un motivo o el carácter de alguna obra de arte. Pastiche no tiene una connotación negativa, toda vez que intenta celebrar, homenajear, honrar o dotar de glamur un trabajo previo original en una pieza de reciente realización. Su contrario es la parodia, que se sirve de una imagen previa para imitar de manera burlesca el tema de su inspiración.

La obra pastiche puede retomar trazos, rasgos, formas y colores de la obra madre, pero de manera general, la fuente es reconocible con facilidad. De la misma manera, puede servirse de imágenes y motivos directos para plasmarlos, o cuando hay una variación de estos, pero distinguibles con respecto al icono de origen, se pueden denominar glosas.

Los pastiches suelen ser obras eclécticas, ya que incorporan elementos artísticos diversos o medios mixtos, asimismo, obedecen a la época de la reproductibilidad técnica, en la que se pueden plasmar en una gran diversidad de soportes. En este sentido, la moda ha sido una de las industrias creativas que ha incorporado de manera amplia y exitosa el pastiche en su repertorio.

En efecto, el pastiche en la indumentaria está ampliamente aceptado. En los museos mismos, otrora templos de la consagración cultural, las tiendas ofrecen una plétora de productos resultantes de las colecciones permanentes o de las exposiciones de carácter temporal: playeras, gorras, tazas, etc. La intención es proveer a los visitantes al recinto de un recuerdo físico emanado de una experiencia intangible. Así, quien adquiere el producto puede rememorar una exposición avant-garde mientras bebe su café por la mañana o puede andar por las calles portando gustoso el rostro de una famosa pintura, escultura o figura en una vistosa playera.

Si bien el pastiche en la vestimenta y la cultura visual pertenecen ya a la cultura popular, la Alta Costura tiene realizaciones peculiares y sofisticadas. Existe una importante nómina de diseñadores y casas de moda que han explotado un momento particularmente poderoso de la historia del arte del siglo XX: el arte pop.

En virtud de su preeminencia en el imaginario popular del país más importante del mundo, y en gran medida producto del aura glamurosa y sofisticada de la ciudad de más alto perfil sobre la Tierra, Nueva York, la industria de la moda ha procedido a la apropiación, tanto de las personalidades como de las obras, de algunos de los artífices más celebrados del Pop Art, y con mayor especificidad, de las imágenes icónicas que crearon en los años 60 del siglo XX.

En consecuencia, la imagen y las obras de Andy Warhol (1928-1987) y Roy Liechtenstein (1923-1997) inspiran de manera directa atuendos, accesorios y otras creaciones tanto de Alta Costura, como de reproductibilidad masiva. No debe sorprender lo anterior: el pop de los artistas supradichos se basa en su incorporación de los productos de la sociedad de consumo, además, utilizan un lenguaje ligado o derivado de los medios de comunicación masiva como la publicidad o el cómic, y llevan al lienzo o papel la imagen de los ídolos de la cultura popular de las industrias culturales. La comunicación del arte pop deviene en algo irónico, lúdico, de colores y formas llamativas y vistosas, rápidamente asimilable por la moda.

Jean-Charles de Castelbajac (1949) es un diseñador franco-marroquí activo en la industria desde comienzos de la década de los 70. En sus colecciones gusta de los colores y los iconos de la cultura popular. Fue interesante su colección ready-to-wear primavera/verano de 2001 en la que incorporó una importante profusión de motivos pop.

Acaso una de las características que más gustan del pop norteamericano es la constante del llamado Hard Edge, es decir, la técnica de borde duro, proveniente del cómic de periódicos, tal como se ve en la colección de Castelbajac. Dicho modisto retomó la temática pop en su colección otoño-invierno de 2011-12, pero llama la atención que el pastiche incorporó glosas, como el vestido que ostenta un gran rostro de Warhol.

Miguel Adrover (1965) es un diseñador balear que ha incorporado de manera lúdica lo pop en sus colecciones. En 2001 los conjuntos primavera/verano mostraban los nombres, logotipos y formas de conocidas marcas comerciales, mientras que en 2010 presentaba diseños de Alta Costura que revelaban de manera prominente imágenes icónicas universales, como el logotipo de las Naciones Unidas.

Dior, en su desfile de presentación otoño-invierno 2013 lanzó una colección minimalista, en blanco y negro, pero en la que se rendía homenaje a Warhol, toda vez que prendas y bolsos ostentaban la imagen de los famosos zapatos de dicho artista, resultado de su formación en el diseño. El pastiche reproducía el objeto mismo, sin ninguna alteración.

 

 

La casa Prada lanzó en 2014 una colección primavera/verano cuyas composiciones se basaban en el Hard Edge pop, mientras que las figuras en los modelos recordaban el trabajo de Liechtenstein. Cabe resaltar que la colección también miraba a los años 80, y creaba una estética retro pop sesentas-ochentas.

Así como el arte pop fue una tendencia figurativa de larga duración, el pop en la moda es también una modalidad cuyo impacto no cesa en virtud de las inagotables posibilidades de crear pastiches, inspirados tanto por el arte sesentero como por la cultura contemporánea. El arte pop sirve como una plantilla de la cual se puede partir o sobre la que puede se puede sustentar, y mientras la cultura visual permita la ironía, lo carnavalesco, el desparpajo y la idolización de las celebridades, habrá pastiches pop en la moda.

 

 

 

©Castelbajac. Be Pop Ma Lola collection otoño invierno 2010

 

©Prada. Primavera verano. 2014

 

©Prada. Primavera verano. 2014

 

©Prada. Primavera verano. 2014

 

 

 

 

 


BIBLIOGRAFÍA Cutler. E.P., Art and Fashion: Collaborations and Connections Between Icons, Chronicle Books, 2015.Geszy, Adam, Art and Fashion, Londres, Nueva York, Blumburry, 2012. Journal of the Korean Society of Costume, vol. 55, No. 1, 2005. McCarthy, David, Pop art, Londres, Cambridge University Press, 2000.

 

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: